Deseo con este blog tener un ventana abierta al mundo para comunicarme con vosotros/as.
El camino que por suerte he tenido que recorrer me ha llevado a numerosas conclusiones y curiosidades que sin compartirlas pienso que no tendrían tanto sentido.
TWO VISION ( Tu visión – Dos visiones) es un ejemplo claro del camino recorrido.
Recuerdo que después de mi licenciatura en Psicología al realizar el primer MASTER de Sofrología (que por cierto pagaba con mis trabajos),pregunte mucho por las emociones y también me atreví a preguntar por esas imágenes que veíamos en nuestro interior, antes de realizar algo (mi mundo deportivo me ha llevado siempre a ser curiosa). Obtuve un silencio inicial y tras el una respuesta abierta:..”no existen medidas ni casuísticas registradas de su existencia ..y de paso alguien añadió…”tu preguntas mucho “.
Tengo una inmensa debilidad sensitiva por la percepción sensorial “los sentidos” y por las imágenes que creamos a partir de ellos.
AHORA SI QUE SE SABE QUE EXISTE ESA REALIDAD Y LA TECNOLOGÍA MAS O MENOS ADECUADA PARA MEDIRLA.
Siempre he tenido una especial debilidad por la danza en tanto y cuanto me envuelve todos los sentidos en el momento de bailarla. Y por otro lado que en mi infancia tenia tendencia a curiosear y mirar por todas partes cuando vivía situaciones un tanto disonantes lo que me llevaba a esquivar la energía negativa manteniendo me distante de ella como si fuera una película. Me encanta la curiosidad, el análisis y la creatividad en una misma RECETA .
Todo el mundo tenemos un poco de todo (de todas las inteligencias), aunque lo importante es ser consciente de ello y desear ir más allá.
El deporte de los Saltos de trampolín me sorprendió a los nueve años cuando en mi Club el Montjuich descubrí unos deportistas saltando de unos trampolines y quede fascinada. Yo quería ese reto, y así fue, en mi casa me dieron permiso y desde entonces fui saltadora y Campeona de España en sus momentos. Curioso por que recuerdo que a los 10 años después de una “torta bien dada” en el agua (salto fallido de 1 metro de altura), dije que jamas subiría a 3 metros por que era muy alto. Y que curioso que mis mejores conquistas de Campeonatos de Cataluña y España siempre han sido de PALANCA DE 10 metros de altura. No solo subí a 3 y obtuve resultados sino que también subí a 7’30 y a 10 “Nunca digas nunca jamas”.
Con los Saltos aprendí a tomar decisiones y a no dudar más de la cuenta, y así he ido avanzando, equivocándome más o menos, pero siempre avanzando.
Mi vocación por la Psicología se puso en marcha gracias a las historias intensas y complejas que me explicaban mi madre y mi abuela sobre las dificultades de sus educaciones y la huella de la guerra civil antes durante y después de su existencia.
Había pensado en muchas ocasiones ser médico mas que enfermera pero a los 12 años quise creer que la psicología podía darme respuestas que la medicina aun no había dado.
Y hoy en día lo sigo creyendo. Mi camino por la psicología me ha llevado a muchos lugares muchos de los cuales deseo compartirlos con vosotros/as.
Curiosamente obtuve unas vivencias muy especiales durante mi mandato como decana del COPC (Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña hoy llamado Colegio Oficial de la Psicología de Cataluña por lenguaje de género, gracias a las “ALAS” que como otros tantos planteamientos tuvieron su origen de debate e impulso en el mandato que gustosamente lidere entre el 1999 y 2002). Esa época fue una de las que mas han marcado mi vida profesional y que han dejado una vivencia mas intensa en mi. En esa época desarrolle una VISIÓN MENTAL que desconocía antes y que desde entonces ha sido siempre un tesoro, del cual disfruto canalizándolo.
De mi tío Felix heredé el gusto por la marina (fue marinero en la mili) y el mar como placer inmenso en el cual deleitarme, al igual que también me deleitaban las salidas de todos los domingos del verano en familia a la playa del Garraf para dejar que el mar mineralizara nuestros cuerpos. De esos días recuerdo muchas cosas y una de ellas es esa agradabilísima sensación de flotar en los brazos de mi madre. Me encantaba la playa y el mar. También recuerdo de mi tío Felix, esa complicidad que tenia con mi abuela cuando en un día cualquiera era capaz de traer dos “cinzanos chiquititos” para hacer el vermouth con ella y patatas para mi. Sentía que mi abuela en esos momentos era feliz como una niña que se saltara alguna norma. Se sentía pilluela y sonreía y al mismo tiempo me pedían los dos que no dijera nada en casa. Me sentía importante con ello y aprendía a valorar la complicidad,la intimidad y los momentos secretos de placer compartido.
Escribir comentario